The K2: Primeras impresiones

Surrealista. Esa ha sido mi primera impresión de "The K2", surrealista. El argumento, los personajes, la música eclesiástica de fondo en una hegemonía de escenas... Todo surrealista. 

El personaje de Ji Chang Wook es aún más sobrado que Healer. ¿Cómo es eso posible?- me lo preguntaréis. Es humanamente imposible pero en doramania todo es posible. Y es que nuestro héroe puede estar herido de gravedad, casi incapaz de tenerse en pié, pero resucita por arte de magia ante una buena pelea y vuela por los aires cuál Superman sin capa. Sí, sí, que vuela. Bueno, casi. 

Al margen del surrealismo que rodea a este superhéroe sin poderes paranormales (más allá de una estamina inagotable) no voy a negar que como mujer hormonada que soy ver a este chico repartiendo bacalao a diestro y siniestro es un subidón para la libido. En serio, mi cerebro dice "¡Venga ya! ¿Y qué más?" Y queda ahogado por mis hormonas bailando el tango al ritmo de cada patada y cada puñetazo. 

Con Yoona me estoy intentando reconciliar, de verdad. Como Idol no tengo nada en su contra, pero actuando es bien sabido que su rango va de sosa para arriba. Por ahora parece que en "The K2" cumple. Aunque también es cierto que se pasa los dos primeros episodios prácticamente enteros corriendo. Tiene un personaje emocionalmente muy complejo ( por no decir desequilibrado) y la cara de loca no voy a negar que ha sabido ponerla. Ahora, temo si estará a la altura de un personaje como éste. No os voy a mentir, me desilusionó mucho que aceptara el papel, hubiera preferido a una actriz con más presencia. Pero claro, la chica no es tonta y con Ji Chang Wook de por medio como para rechazarlo... Aunque tiene el riesgo de que la superioridad actoral de su coprotagonista se la coma con patatas, también puede que saque lo mejor de ella ¿no? 

Partiendo de la base de que el argumento de por sí me parece bastante surrealista, la dirección no hace sino magnificar esta sensación de irrealidad. Ha sido tan artístico que para mi gusto se les ha ido de las manos. La música, las iglesias, los camisones blancos... una puesta en escena megalomaníaca. 

Sin olvidar la gracia que me han hecho todas las situaciones descontextualizadas que a uno le pueden ocurrir en Barcelona. ¿A alguien más le chirriaba el acento "español"? 

En fin, muy curioso todo. Muy makjang, como dirían ellos. ¿Pero lo seguiré viendo? Sí. ¿Por qué? Por Ji Chang Wook y sus patadas voladoras, por supuesto. Este hombre es un monumento de carne y hueso. Además, no niego que el tortuoso trasfondo me tiene intrigada. Así que voy a dar una oportunidad a " The K2". Al menos hasta que se vuelva lo suficientemente adictivo para no dejarlo o las incongruencias ganen la batalla a la razón. Como diría Nur: me he entretenido, con eso basta. Por ahora. 

 Después de todo las hormonas de una chica también tienen derecho a darse un banquete ¿no?