domingo, 31 de julio de 2011

YOU'RE BEAUTIFUL 2, Parte 3

PARTE 3: El Regreso.

"Seúl parece una enorme maqueta de juguetes"-pensó Go Mi Nyu asomándose nerviosa a la diminuta ventanilla del avión.

El corazón le había dado un vuelco cuando la cabina había anunciado que se abrocharan los cinturones porque iba a comenzar el descenso y ahora sentía un ejército de traviesas mariposas revoloteando en la boca del estómago. Por su mente desfilaron una oleada de nostálgicos recuerdos. Pensó en su hermano y en los amigos que había dejado atrás hacía ya un año. Pensó en sus queridos A.N.Jell, en el alegre y cariñoso Jeremy y en el pacífico y maduro Shin Woo con el que siempre había podido contar. Pero sobretodo pensó Hwang Tae Kyung , el orgulloso líder y vocalista de la banda, tan difícil de tratar, pero que a la hora de la verdad siempre venía a su rescate y en quien tanto había podido apoyarse. El hombre que le había robado el corazón. 

Se llevó la mano al pecho y dejó escapar un largo suspiro mientras las mariposas continuaban sus danzas tribales y una vieja sensación burbujeante la embargaba. Se llevó el dedo a la nariz por fuerza de la costumbre y se detuvo. Sonrió. Aquello hacía tiempo que había dejado de ser necesario.

Bajó la mirada al bolso que descansaba sobre su regazo adornado con un sin fin de estrellas de muchos tamaños y colores. "He recolectado muchas"-pensó-"Pero ninguna tan brillante como mi más brillante estrella. Estoy deseando enseñárselas." Y pensar que lo iba a hacer en cuestión de minutos. No solo eso ¡sino que iba a volver al lugar al que pertenecía! Tras un año lejos de casa había comprendido que con los A.N.Jell estaba su hogar, que ellos eran su familia. Había deseado regresar un millar de veces, jugar con Jolie y reír con Jeremy, beber té con Shin Woo e incluso discutir con Tae Kyung. Pero allí no había un lugar para ella. No hasta ahora, hasta que su hermano había creado una. Las razones de su gemelo para hacer lo que había hecho le resultaban aún un misterio, pero de algún modo no podía enfadarse con él porque no podía evitar sentirse feliz de su regreso. Nunca hubiera imaginado que echaría tanto de menos aquello, no solo a sus amigos sino a aquella forma de vida, a los conciertos y en especial la cálida emoción de cantar sobre un escenario. Y pronto estaría de vuelta al hogar de las estrellas. 

Se llevó la mano al cuello y jugueteó con el colgante que su estrella le había regalado antes de irse. Una estrella de parte de su estrella. Y pronto la vería de nuevo, a su preciosa estrella.

Se asomó de nuevo a la ventanilla y dejó escapar otro suspiro mientras la gran ciudad se acercaba más y más.

"He vuelto"-pensó. 

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