martes, 8 de mayo de 2012

YOU'RE BEAUTIFUL 2: Parte 10

Parte 10: Una estrella caída del cielo.


Era noche cerrada y Lee Shin Soo regresaba a casa cansada tras un largo día de estudio, demasiado largo y aún más monótono.

Arrebujada en su cazadora de cuero se defendía del viento frío de la noche, ligeramente encorvada hacia delante por el peso de la mochila y arrastando los pies con desgana por el empedrado del parque. Estaba cansada, aburrida, en general un poco harta de la monotonía de su vida y lo único que la animaba a dar otro paso adelante era la canción "Wherever you will go" de "The Calling" sonando suavemente en sus auriculares, tan suavemente como si el cantante estuviera suspirando las palabras de amor a su oído. 

Las noches siempre la ponían nostálgica, por eso no le gustaba volver a casa sola de noche, pero últimamente se había vuelto una costumbre inevitable. Estudio, estudio y estudio...solo de pensar como los apuntes se iban amontonando en su carpeta se agobiaba.

Dejó escapar un largo suspiro y enfiló el paseo que cruzaba el pequeño parque. Dejó que su mente divagara en un mundo de detalles sin importancia, sobre el tiempo que pasaba inexorable y los sueños que no se hacían realidad. A veces miraba atrás y a pesar de su juventud se arrepentía de las decisiones de su vida. Otras miraba al futuro y se sentía inquieta y lejana. Se sorprendió al sentir la calidez de una lágrima solitaria que descendía por su mejilla. Se detuvo en seco y se la secó suavemente con la yema del dedo confusa. Hacía mucho que no lloraba, últimamente sentía su corazón frío, como si hubiera perdido la capacidad de amar y por ello aquella única lágrima la dejó desorientada. ¿Por qué lloraba?

Como si el cielo quisiera acompañar a sus sentimientos comenzó a llover suavemente. La primera gota resbaló sobre su mejilla siguiendo el recorrido de la lágrima. Le siguieron otras suavemente repiqueteando sobre su cabeza. Shin Soo alzó la vista al cielo y frunció el ceño. ¡Lo que faltaba!

Pensó en el pequeño paraguas plegable que llevaba en la mochila y en la pereza que le daba sacarlo. Mientras se debatía entre echar mano al paraguas o correr hasta casa y dejarse empapar, la parpadeante luz de una farola le llamó la atención. Concretamente la silueta solitaria que iluminó con su parpadeo.

A juzgar desde la distancia parecía un hombre joven con el peso de un corazón roto sobre los hombros. Sentado al borde del banco, encorvado ligeramente hacia delante, ni siquiera se inmutó cuando las primeras gotas comenzaron a caer y chocar contra su piel.

Probablemente cualquier otro día, en cualquier otro momento, hubiera pasado de largo sin dedicarle siquiera una segunda mirada. Pero en aquel instante allí, sintiéndose afligida, se vio misteriosamente atraída hacia aquella figura solitaria y alicaída, casi como si su tristeza resonara en el vacío de su corazón. Antes de ser consciente de lo que hacía se quitó los cascos, sacó el paraguas y se dirigió hacia él. ¿Eran aquellas las coincidencias que construían el destino?

Tal y como había imaginado el chico lloraba pero era una forma de llorar silenciosa y dolorosa. Las lágrimas rodaban como un grifo roto por su rostro sin un solo sonido, sin un gemido y sin que hiciera nada por detenerlas. Al caer se mezclaban con el agua de la lluvia y morían agridulces en sus labios. Aquella imagen por alguna razón incomprensible le rompió el corazón.

Despacio, como si temiera espantarlo, se arrodilló frente a él y tendió el paraguas de las forma que lo parapetara de la lluvia. El joven parpadeó sorprendido (ni siquiera la había sentido llegar) y alzó la vista hacia ella. Por un instante sus ojos se encontraron y compartieron cientos de preguntas. Después él pareció regresar a la realidad y comprender lo absurdo de aquella situación. Con rapidez se apresuró a llevarse el antebrazo a la cara en un intento a medio camino entre cubrir su rostro y limpiarse las lágrimas. Soo fue más rápida, lo tomó por la muñeca y lo detuvo. Sintió la piel fría de él contra la calidez de su palma y se preguntó cuantas horas llevaría allí sentado a la intemperie. El chico la miró de hito en hito con sus profundos ojos oscuros.

-No hay nada de malo en llorar- se oyó decir Lee Shin Soo. Le habló despacio, con la dulzura con la que se dirigiría a un animal herido- No tienes de qué avergonzarte. Es mejor sacarlo todo, dejar que pase la tormenta y mañana ya saldrá un nuevo sol.

El hombre la miró en un silencio aún más extraño. La muchacha le sonrió suavemente. Aquello la sorprendió a si misma. Generalmente era tímida e introvertida, el tipo de persona a la que le costaba relacionarse con el resto pero por alguna razón al verlo allí tan compungido y solitario sentía el deseo inexpresable de reconfortarlo, de abrazarlo y prometerle que todo iría bien. Era una sensación extraña, casi como si ante sus ojos tuviera más a un cachorrito abandonado que a un hombre hecho y derecho y a la vez era plenamente consciente de encontrarse frente a un hombre, y uno considerablemente atractivo. Pero no podía apartar de su mente el recuerdo de su silueta solitaria bajo la lluvia, del llanto silencioso y la pena que reflejaba la oscuridad de sus ojos.

Sin que él respondiera, colocó suavemente el paraguas abierto sobre el banco asegurándose de que lo cubría e hizo ademán de ponerse en pie.

-¡Espera!- el chico pareció reaccionar al fin. Su voz salió ligeramente ronca por el llanto pero definitivamente tan atractiva como él- ¿Qué haces?

-Oh, ummm... parece que te estoy molestando así que me voy-Shin Soo habló casi tartamudeando como cada vez que se ponía nerviosa- Parece que quieras estar solo.

Él la miró con extrañeza y señaló el paraguas que había colocado sobre él.

-¿Y esto?

-Está lloviendo, no es bueno que te mojes. -le contestó ella con sencillez.

-Pero es tu paraguas. Si lo dejas aquí te empaparás.

-Oh, no pasa nada. Tengo capucha- se echó el gorro de la sudadera sobre la cabeza y volvió a sonreír al tiempo que se señalaba como quien se dirige a un niño- ¿Ves? Además mi casa está cerca y estaba pensando en correr hasta allí de todos modos.

-Pero no puedo aceptarlo...- comenzó a protestar el chico.

Lee Shin Soo lo detuvo con un ademán de mano y sacudió la cabeza enérgicamente.

-Por favor, no me sentiré tranquila si me marcho pensando que te he dejado aquí abandonado, desamparado bajo la lluvia. Insisto aunque solo sea por tranquilizar a mi conciencia.

-¿Abandonado?- el hombre pareció encontrar el comentario divertido. Las lágrimas habían dejado de caer.

Soo asintió con fuerza y antes de que pudiera volver a protestar y devolverle el paraguas echó a andar camino abajo.

-¡Espera!-volvió a llamar la voz ronca del chico desde atrás- Dime al menos como te llamas para que sepa a quién debo agradecer.

La joven se detuvo un instante y dubitativa volvió la vista atrás.

-Me llamo Lee Shin Soo. ¿Y tú?

El chico parpadeó sorprendido y la miró fijamente a los ojos con aquella penetrante mirada de medianoche, casi como si quisiera absorber todos sus secretos más íntimos. Fuera lo que fuera lo que vio debió de encontrarlo divertido porque sonrió, y no una sonrisa cortés y forzada sino una genuina y tan brillante que amenazó con devastarle el corazón. Soo comprendió por primera vez el significado de un sonrisa que mataba, una sonrisa capaz de detener el corazón.

Y sin dejar de sonreír el chico contestó con aquella voz baja y algo ronca que desgastaba las palabras.

-Shin Woo. Me llamo Kang Shin Woo.


6 comentarios:

  1. Esto se pone bueno!...vaya boba que no reconoce a Oppa, yo lo reconocería así usara un pasamontañas* jaja Me gusta como se está poniendo esto,y como siempre, me encanta tu manera de describir las situaciones...sigue así, fighting!

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    1. Muchas gracias, ahora vuelve la etapa de tener paciencia conmigo ;) Sí, la chica es babo ¿verdad? Es una completa paleta q no sabe de K-pop, pero tranki q llega Shin Woo al rescate para unirla a nuestro bando. ;P Bueno, al suyo. ^^ Ainsss...a ver cuando se vuelven a encontrar... *^*

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  2. es interesante la nueva relacion, me gusta, ya quiero saber que pensa mi nam de su hermana por remplazarlo y que onda con sus fans eso si sera muy divertido

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    1. Me alegro que te parezca interesante. En cuanto pueda lo sigo. ^^

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  3. es muy interesante como describes la situación ... el momento en q se encuentran cada uno de los personajes... definitivamente te envidio (de buena manera) me gustaría aprender a escribir así... esta muy buena la historia :) continuare leyéndola...

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